¿Cuántos de nosotros fantaseamos con una cocina de revista si nos tocara la lotería este año? Todos tenemos visualizada una cocina perfecta, funcional y ordenada. Dejando atrás lujos, estilismos y modas, uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es tener que lidiar con espacios pequeños y armarios llenos de trastos. Mantener el orden en la cocina no es tan difícil como creemos, solo hay que seguir estos pequeños trucos para poder conseguir una cocina de ensueño.
Lo primero de todo es ser conscientes de que hay que tirar todo aquello que no vamos a utilizar nunca (y lo sabemos). No merece la pena guardar algo “por si acaso” lo vamos a usar en un futuro. Si crees que no le vas a dar ningún uso, mejor deshazte de esas copas o tazas que están llenas de polvo y que están ocupando un valioso lugar en la estantería. El orden requiere cierto mantenimiento, pues es fácil descuidar la organización con los trajines del día a día. A continuación encontraréis unos sencillos pasos para alcanzar ese orden que siempre buscamos.
Botes, tarros y frascos: orden y limpieza
Cada despensa es un mundo, pero todos tenemos ciertos productos básicos como la harina, el té, arroz, pasta o cereales que usamos en nuestro día a día y que ocupan un buen espacio en las estanterías. No cometas el error de dejarlos en su envase original y cerrarlo con pinzas una vez abiertos. Invertir en una buena colección de tarros de plástico o de vidrio es una buena idea para organizar esos productos básicos.
Aprovecha las superficies horizontales
A la hora de organizar la cocina no podemos limitarnos únicamente al interior de los armarios o cajones de las cocinas. Las paredes, puertas y laterales de los diferentes muebles se pueden tener en cuenta a la hora de colocar los utensilios. Si no quieres dejar una pared desnuda, una de las mejores soluciones es colocar varias baldas a modo de estantería y darle así un uso a una pared que a simple vista se iba a quedar en desuso. Los típicos paneles o tableros que se usan en los talleres para colgar herramientas nos pueden servir para colocar todo tipo de utensilios culinarios, moldes o piezas de vajilla. Otra opción es superponer dos o más rieles metálicos donde colgar ganchos, cestas, escurridores, macetas o cubos.
Los cajones sirven para todo
En las cocinas lo más habitual es que los cajones guarden los cubiertos y todo tipo de trastos, medicinas, objetos perdidos que nos resistimos a tirar o incluso llaves y cartas o folletos. Pero un cajón puede ser muy útil si se sabe aprovechar bien, y conviene instalarlos en cualquier hueco que nos quede en la cocina para sacarle el máximo partido. Por ejemplo, un cajón debajo del horno, aunque sea estrecho, es perfecto para guardar las bandejas de hornear o tapaderas grandes.
Cercano a la vitrocerámica es recomendable colocar un cubertero para tener toda la cubertería a mano y en los cajones con mucho fondo puedes colocar las sartenes y ollas. De esta forma es mucho más prácticas poder sacarlas de un cajón que de un armario con puerta tradicional.
Estos sencillos trucos los puedes aplicar en cualquier tipo de cocina por muy pequeña que sea y sacarle así el máximo partido. Recuerda que nunca hay que ser perezoso a la hora de mantener el orden y siempre hay que mantener viva la creatividad para encontrar nuestras propias soluciones. Y si ya tienes la cocina de tus sueños, ¡a disfrutarla!