Aunque hoy en día podemos disponer de cualquier ingrediente durante todo el año gracias a la globalización, debemos tener en cuenta que si comemos productos de temporada aprovecharemos su óptimo sabor y su punto exacto de madurez que en otra época no vamos a poder apreciar. Y no olvidemos que consumiendo frutas y verduras de temporada promovemos la producción y el consumo local apoyando el medio ambiente.
Con la bajada de temperaturas que estamos sufriendo lo que más apetece son alimentos totalmente distintos a los que consumimos en los meses más calurosos. Diciembre, Enero y Febrero vienen cargados de jugosos cítricos que nos ayudarán a reponer nuestros niveles de vitamina C y a mejorar las defensas para combatir el resfriado. Y las verduras de hoja verde están repletas de ácido fólico, que nos van a ayudar a regenerar los tejidos. A continuación os facilitamos una pequeña guía de las frutas y verduras a tener en cuenta para estos próximos meses de frío.
Verduras y hortalizas
Berenjenas: Esta verdura de color morado es muy ligera y favorece la digestión, ayuda a reducir el colesterol y es una fuente de minerales como el calcio y el hierro. Aunque su sabor es amargo, es un ingrediente esencial en muchos de nuestros platos invernales como la lasaña de verduras, o las berenjenas rellenas.
Coliflor: Carnosa y de gran tamaño posee un sabor suave y a veces dulzón. Mejora la digestión, ayuda en los procesos de pérdida de peso y contiene antioxidantes para prevenir enfermedades del corazón, cáncer y derrame cerebral. Se puede concinar de múltiples formas; hervida, estofada, gratinada o escabechada.
Remolacha: Más allá de ser una fuente de azúcar natural, la remolacha es un alimento con una riqueza nutricional muy importante que le aporta increíbles beneficios a la salud cuando se consume regularmente; alivia el cansancio y mejora el rendimiento físico, reduce el colesterol y tiene un alto conetenido en hierro. Además esta verdura ayuda a mantener bajos los niveles de azúcar en el organismo.
Repollo: Es una hortaliza también conocida como berzas con un gran contenido en agua y muy bajo en grasas. Contiene vitaminas A, C y E, mejora el sistema cardiovascular y desintoxica la sangre. Se puede comer crudo en ensaladas o mezclado con frutas para hacer un batido multivitamínico. También se puede saltear con otros ingredientes y añadirlo a los guisos.
Espinacas: Una de las mayores razones por las que la espinaca es tan importante y valorada en todo el mundo es que es muy duradera. Puede sobrevivir durante el invierno y ser muy saludable también en primavera. Es una verdura muy beneficiosa para reducir la presión sanguínea, previene el cáncer, trata la anemia y mantiene la salud de los huesos y músculos. Además se puede comer cruda en ensaladas, como un vegetal acompañando un deliciosos plato o se puede cocinar e incluirse en una serie de recetas de sopas y guisos.
Frutas
Caqui: Es una fuente de vitaminas A, C y E convirtiéndolo en un alimento anticancerígeno. Es antioxidante y favorece el tránsito intestinal. La pulpa del fruto inmaduro es dura, de sabor áspero y muy astringente (por su alto contenido en taninos), aunque al madurar adquiere una textura fina y un sabor dulce.
Naranja: Es la fruta mediterránea por excelencia y debido a su alto contenido en vitamina C es el ingrediente perfecto para curar los resfriados o gripes invernales. Beber diariamenet zumo de naranja mejora los estados de nerviosismo y ayuda a controlar el estrés. También ayuda a nivelar la presión arterial y es un remedio natural para mejorar la memoria.
Kiwi: Esta pequeña fruta digestiva es recomendable en todo tipo de dietas. Rica en nutrientes, vitaminas, agua y sales minerales tiene un efecto laxante y diurético. Ayuda a mejorar la calidad de la piel y tiene un alto contenido en vitamina C y potasio.
Granada: La granada es considerada un superalimento. No posee grasas saturadas y es rica en vitamina C. Por sus altos niveles de antioxidantes ayuda a combatir las enfermedades cardiacas, previene el cáncer y el alzheimer.
Chirimoya: Compuesta por agua, la chirimoya es rica en potasio, calcio y vitamina C. Su efecto antioxidante nos protege contra los resfriados, ayuda a reducir los niveles de colesterol y previene la osteoporosis. Tiene un efecto saciante y regula la glucosa.